
No acepto que me digas que ya no me amas... lo he pensado demasiado toda esta semana, y no te creo.
No te creo porque lo he sentido, y mis percepciones no pueden ser engañadas así. Recuerdo la primera vez que me lo dijiste, fue como un estallido, tus ojos, tus labios, tus brazos, el tono en el que lo dijiste, fue una descarga que en ese momento hasta me asustó... eso tuvo que ser real.
Recuerdo los besos, las caricias, las miradas, las palabras... todo un conjunto de tiempo juntos en que me demostrabas tu amor. Recién iniciado todo, dijiste que no jugabas... que para ti era algo en serio, si para ti eso no es amarme ¿entonces que es?
No acepto que me digas que no me amas, porque no te creo, porque me dejaste tan segura y tan convencida de ello que las palabras no bastan ahora para hacerme pensar lo contrario.
Te daré tiempo, tiempo para pensar, para que recuperes la conciencia, para recuperarte... y entonces te volveré a buscar, porque yo sé que desde el fondo de ti aun lo sabes, aun lo sientes. No renunciaré a ti tan fácil, porque en verdad confío en ti y en que lo nuestro es mas que algo fugaz.
No acepto que me digas que ya no me amas... no voy a creerlo